Las propuestas en materia de pensiones se toman el centro del debate electoral en España

España arrancó ayer su última semana previa a las elecciones de este domingo, que fueron convocadas de forma anticipada en febrero por el presidente del gobierno Pedro Sánchez, tras no conseguir apoyo del Parlamento a su propuesta de presupuesto.

Estos comicios, los terceros en menos de tres años, buscan formar un nuevo Ejecutivo que ponga fin a la agitada tensión política producto de la situación económica, de la debilidad de los partidos y de la fricción nacional que dejó el impulso fracasado de la independencia en Cataluña en 2017.

Sánchez (del gobernante Partido Socialista Obrero de España), Pablo Casado (del Partido Popular), Albert Rivera (de Ciudadanos) y Pablo Iglesias (de Podemos) llegaron ayer al primero de dos debates consecutivos centrados en sus propuestas en política económica, fiscal y empleo; política social y pensiones; y política territorial y regeneración democrática.

De dichas propuestas, la mirada ha estado sobre lo que ofrecen en seguridad social, considerando el atribulado sistema que rige en el país y que parece cada vez más insostenible. No sólo por la forma en cómo se financia -que ha llevado a que el déficit en Seguridad Social vaya en aumento- sino porque cada vez hay más jubilados (más de 9,6 millones) y la tasa de trabajadores no aumenta en la misma proporción por razones demográficas y económicas.

Principales propuestas

El socialista Sánchez lidera las encuestas, con un 28% de intención de voto, y se afianza en una fragmentada oposición para repetir en el cargo.

Parte de su propuesta electoral se enfoca en el tema previsional, por lo que anoche prometió que buscará mejorar los incentivos a la contratación, pues considera que el problema base está en la falta de ingresos y no en el gasto. “De esta forma, se corrige la diferencia existente con otros países de referencia del entorno europeo: en Francia o Alemania la financiación a través de la aportación del Estado supera el 25% del total de ingresos”, explicó. “Retomaremos el Pacto de Toledo y el diálogo social”, agregó.

En tanto, el PP de Casado -su principal rival-, es el partido que más detallado tiene su plan en el que promete mejorar la transparencia del sistema de pensiones para que los cotizantes sepan con qué contarán a la fecha de su jubilación.

Ayer prometió “revalorizar las pensiones y subir más las de las madres trabajadoras. Además apostaremos por la dependencia y la igualdad”. Reconoció que “España no va bien” y que “en el gobierno de Zapatero 3 millones de personas fueron a la calle y los pensionistas vieron como bajaban sus pensiones”. Por ello, prometió “bajar impuestos, bonificar el ahorro, ayudar a los autónomos y crear empleo”.

Se incluye un “Blindaje Fiscal” del ahorro para la jubilación que extienda los beneficios fiscales de los planes de pensiones a la vivienda habitual y a los planes de ahorro. En este marco, la hipoteca inversa se abre camino como alternativa que cuenta con el beneplácito del Banco de España. Los fondos de inversión podrían incluirse en esto, según directivos del sector.

La mochila austríaca, que aparece en el plan PSOE, también lo hace en el del PP. Se trata de una cuenta individual de capitalización que podrá ser rescatada por el empleado a su retiro.

Otros partidos

Ciudadanos no ha dado a conocer su programa electoral, pero Mariano se presentó ayer como “el presidente de las familias” y dijo: “Propongo que las familias de dos hijos sean familias numerosas y derechos iguales para familias monoparentales”. “PP y PSOE son los culpables que haya caido la natalidad”.

Por su parte, Podemos coloca encima de la mesa las medidas más negativas para el sector de la gestión del ahorro.

Defiende la “eliminación de los beneficios fiscales por las inversiones en planes de pensiones privados” y apoya a los planes de pensiones de empleo promovidos por las empresas; una modalidad que los expertos coinciden en que podría ser la única que serviría para universalizar la prestación social complementaria de la pensión pública, como ocurre en otros países europeos.

En tanto, Vox -que no participó en el debate- propone configurar un modelo mixto de pensiones de reparto y de capitalización.

El primero aportaría la solidaridad al garantizar una pensión mínima que se revalorice con el costo de la vida, mientras que el segundo aseguraría el derecho de los ciudadanos a disponer de ahorros propios al finalizar su vida laboral que complementen las pensiones mínimas.

¿Qué ofrecen los partidos?

• Crea el "Blindaje Fiscal" del ahorro: extiende los beneficios fiscales de los planes de pensiones a la vivienda habitual y a los planes de ahorro.
• Busca mejorar la transparencia del sistema con el fin de que los cotizantes sepan en todo momento el importe de la pensión con la que contarán a la fecha de su jubilación.
• Impulsa los pilares complementarios del sistema, planes de empresa y planes voluntarios de pensiones.
• Apunta a la reforma del sistema público en el marco del Pacto de Toledo: no hay mención expresa al ahorro privado destinado a complementar la pensión pública.
• Plantea eliminar los beneficios fiscales actuales que tienen las "inversiones" realizadas en los planes de pensiones privados.
• Propone combinar el sistema de reparto, para garantizar una pensión mínima, y el de capitalización que aseguraría el derecho de los ciudadanos a disponer de ahorros propios al finalizar su vida laboral.